De izquierda a derecha: Gustavo Aranguren, Rodolfo Reyes y Glenn Tomassi con Adrenalina Caribe en el programa Musicanto |
Comparto con ustedes esta agradable entrevista realizada vía Internet el 11 de enero de 2021, con el músico, compositor, intérprete, arreglista y saxofonista Glenn Tomassi, quien formó parte de Adrenalina Caribe después de la publicación del 3er LP “el disco blanco” Evio Di Marzo - Adrenalina Caribe (Sonográfica, 1987), producido por Lorenzo Barriendos.
Para Tomassi tocar con esta banda ha sido una de sus más gratas experiencias. Nos cuenta que cuando lo convocaban para irse de gira con Adrenalina, “era el primero en el autobús”. La música que hacía Adrenalina le parecía muy interesante y además disfrutaba mucho la compañía de toda la banda y el entusiasmo con el que tocaban. Por otra parte, Glenn pone el énfasis no sólo en la calidad musical de Evio Di Marzo, como en la de todos los músicos de la banda, sino en la buena prosa que logró componer Evio. Además, para él, en lo personal, Evio tenía "una opinión de la justicia muy clara".
Glenn Tomassi realizó estudios de música en Berklee. Ha tocado en numerosas bandas, tanto en Venezuela como en los Estados Unidos, país donde vive actualmente en la ciudad de Nesconset, en Nueva York. También se ha dedicado durante muchos años a la docencia y a diversos proyectos entre los destacan su propia agrupación Glenn Tomassi Jazz Project y el Cuarteto de saxofones Nuevo Mundo (para mayor información ver Glenn Tomassi).
Por Beatriz Pantin
—¿En qué momento comienzas a formar parte de Adrenalina Caribe?
—Yo realmente entré y empecé a trabajar con Adrenalina Caribe supliendo a Rodolfo Reyes, que estaba de viaje en ese momento. Allí también tocaba un excelente saxofonista cubano que se llama Pepe Vera. Tocaban Rodolfo, Pepe y Gustavo Aranguren.
Yo llegué a Venezuela en el año 1985. Ya Adrenalina tenía rato rodando con Carlos Puchi, Orlando Poleo, Alberto Borregales... Y comencé a trabajar con ellos cuando ya tenían dos discos publicados. Entonces en esta primera vuelta entré cubriéndole el espacio a Rodolfo que no estaba en ese momento y había que hacer una cantidad de toques.
Lea también: Lorenzo Barriendos - Serie "Todo mayo: Evio Di Marzo y Adrenalina Caribe, antes y después"
Lea también: Rodolfo Reyes - Serie "Todo mayo: Evio Di Marzo y Adrenalina Caribe, antes y después"
Un par de años después, empecé a trabajar con ellos con más regularidad porque Evio quería tener los dos saxos tenores dentro del grupo. Entonces comencé a tocar los temas del 3er disco y luego hice el 4to LP. "El disco blanco" estaba grabado cuando entré.
Portada del 4to LP De Adrenalina Caribe, Evio Di Marzo y su Adrenalina Caribe Bio-Bio, producido por Evio Di Marzo, Rodolfo Reyes y Hermes Carreño (Sonográfica, 1990) |
—¿De dónde venías cuando dices que llegaste a Venezuela en el año 1985?
—Yo estuve viviendo en los Estados Unidos desde los años setenta porque recibí una beca y me vine a estudiar para acá. No tenía pensado quedarme en Venezuela en ese momento, sino regresarme, porque tenía trabajo aquí. Pero entonces había tanta actividad en Venezuela que me pareció un buen momento para quedarme.
—¿Cuál era tu formación y cómo te integraste al trabajo musical con Adrenalina Caribe?
—Cuando llegué había mucho auge. Ya Ilan Chester había grabado algunos discos. Aquí en los Estados Unidos, un compañero había traído un par de discos de Ilan y entonces ya se escuchaba esto. Coincidí en la Universidad, en Berklee, con una cantidad de músicos venezolanos como Rodolfo Reyes, Sergio Pérez, Luis Emilio Mauri, Luis Alvarado, Álvaro Falcón, Leo y Frank Quintero, una camada de músicos, Willie Croes… Yo llegué a Berklee en el año 1981. Nosotros todos compartimos allá. Creo que fui de los últimos que regresé. Pero mi idea era pasarme sólo una temporada en Venezuela, unas vacaciones.
La movida estaba tan buena que cuando llegué me gustó mucho lo que estaba pasando por ejemplo con Yordano y con Evio Di Marzo, y me dije: “Oye, ¡qué sabroso está esto!
Lea también: Carlos Puchi - Serie "Todo mayo: Evio Di Marzo y Adrenalina Caribe, antes y después"
Viví primero en Nueva York y tenía formación para tocar música latina, lo que era Tito Puente. Es decir, cosas que se hacían en Nueva York. En Boston, también toqué con muchas agrupaciones que tenían también esa onda. Pero lo que se estaba haciendo en Venezuela tenía un tumbado muy interesante y esta fue una de las razones por las que decidí quedarme. Había un movimiento genial. Entonces empecé a interactuar con los músicos y a participar en las sesiones de grabación.
—¿Cuál es tu apreciación como músico de la fusión que estaba haciendo Adrenalina?
—Me parecía bien llamativo el trabajo de Adrenalina. Evio trataba de fusionar elementos del Caribe, ritmos afrocaribeños, con música venezolana. Los ritmos estaban todos integrados allí. Podías escuchar el tambor de la costa, algunos ritmos Yoruba y otra clase de ritmos que lograban un resultado que me parecía notable. Tú podías escuchar todos esos ritmos de manera pura. Pero entonces, mezclados de esa manera, haciéndolos compatibles, me parecía interesantísimo.
De todos los grupos en los que trabajé, y fueron muchísimos, me decían: “¡Vamos a trabajar con Adrenalina!”, y yo era el primero en el autobús (risas). Primero, por todos los compañeros que estaban. Era fantástico irnos de viaje. Después, por toda la parte musical que funcionaba excelente. Todo estaba en su sitio. Era muy sabroso.
Aunque ellos hicieron giras fuera de Venezuela (me hubiese encantado ir al viaje de Italia), a mí siempre me tocó tocar con ellos en Venezuela. A Oriente fuimos mucho, a Margarita, luego a Maracaibo, a Valencia, a las ferias... Tocamos bastante por el país. Fue fantástico. Ahí todos los músicos vivíamos esa música. Hasta el último toque que hicimos en el Ateneo de Caracas, con todos sus percances, lo disfruté muchísimo.
Lea también: Alfredo Villamizar - Serie "Todo mayo: Evio Di Marzo y su Adrenalina Caribe, antes y después"
—¿Qué temas te gustaba tocar?
—“Selva del tiempo”, “La espuma”… Pero en realidad todos los temas eran buenísimos. ¡Era tanta la buena música que había!… Y no sólo la música, también las letras eran excelentes.
Ya sabemos que Evio era una persona que tenía una inclinación por la parte social. Como antropólogo, trataba de entender las culturas, tenía esa inquietud. Entonces en su música se plasmaba eso. Además, nosotros somos comunicadores, estamos siempre comunicando algo y, afortunadamente, en Venezuela podíamos comunicarnos a través de toda esta música buena que se estaba haciendo. Dentro de eso, había mensajes que le llegaban a la gente, ya fuese por una vía más comercial o por una menos comercial.
El contenido de los temas de Adrenalina Caribe era muy completo, aparte de lo sabroso de su música. Si uno le quita la música a todos estos temas y te fijas en su prosa, ahí es donde te das cuenta de la calidad de las letras. Lo de las buenas letras es una prueba de fuego. Puedo asegurar que si tú agarras todas esas letras y las pones en frente, ahí no hay nada que quitar ni que poner. Es como en la música: si le quitas a Mozart, se echa a perder todo.
Toda esta parte creativa y productiva musicalmente la viví con gran intensidad, y no sólo con Evio, sino con muchos de los artistas con los que trabajé. Te hablo de todo este movimiento que estaba muy activo en los ochenta. Era algo muy profesional. Todos los productores y los intérpretes eran muy buenos. Hay allí un compendio de buenas cosas en el que uno puede escuchar un pedazo de cada músico en cada uno de los temas. Eso no tiene precio.
En aquel momento se hizo una música excelente. Cada nota de toda esta producción musical, cada letra, estaba puesta de manera consciente, de manera profesional. Te puedo decir que yo conservo como tres mil acetatos. Tengo toda esa música que sigo disfrutando muchísimo.
Haber estado en Adrenalina Caribe significó para mí una experiencia maravillosa que me quedará para el resto de la vida.
Evio Di Marzo en la guitarra y Eliazar Yánez en la batería, programa Musicanto |
—¿Qué recuerdas de tu relación personal con Evio Di Marzo?
Cosas que siempre me agradaron de Evio era que él tenía una opinión de la justicia muy clara. Para él creo que lo más importante era eso de que estuviéramos todos juntos tocando. Ahí no había ninguna jerarquía. Obviamente era su grupo. Pero en el trato siempre estaba todo abierto a las sugerencias y a que se pudieran plantear ideas para incorporarlas al trabajo.
Él nos preguntaba en algunos momentos qué podíamos hacer y esto no pasa en todos los grupos, porque en algunos se sentía más bien una distancia. Con Adrenalina eso no pasaba. Evio nunca nos hacía sentir mal o, al menos, esa fue mi vivencia con él.
—Después de este buen momento que vivieron, que comenzó de alguna manera a fragmentarse en los años noventa, ¿qué hiciste? ¿A qué te dedicaste?
—Se comenzó a transformar toda la movida urbana. Sin embargo, en los noventa, también hubo un movimiento importante que surgió de todo esto y en el que me parece que prevalecieron más los elementos de la música folklórica. Había como esa tendencia.
Pero ya en ese tiempo, otra de las áreas a las que me dediqué fue a grabar comerciales. También a dar clases. Ahora en estos momentos en los que casi no podemos tocar en vivo me desempeño más como docente.
Te puedo decir que el tiempo en el que trabajé con todos estos artistas venezolanos no tiene precio, porque además podíamos hacer muchas cosas. Todo era muy productivo. Creo que esto no es frecuente que pase. Es decir, lo que logramos hacer en Venezuela no creo que se haga en ninguna otra parte del mundo. Nosotros no tenemos nada que envidiarle a otro país.
Comentarios
Publicar un comentario