En la foto de portada, de izquierda a derecha: Roldan Peña, Rodolfo Reyes, Alfredo Villamizar, Néstor Pérez, Gerardo Rosales, Pepe, Orlando Poleo, Álvaro González, Evio Di Marzo, William Cabrera, Eliazar Yánez, Yrvis Méndez
Esta excelente entrevista con Alfredo Villamizar fue realizada el 18 de diciembre de 2018, vía Skype, Santiago de Chile, Caracas (desde Contrapunto).
Por Beatriz Pantin
—Alfredo, muchas gracias por la entrevista. ¿Cómo te inicias
en la percusión? Grabaste en el último LP de Adrenalina Caribe "Evio Di Marzo y su Adrenalina Caribe - Bio Bio". ¿Cuándo entras
a Adrenalina?
—Hola Beatriz, gracias por tu invitación. Estamos hablando
del año 1989. Antes de El Caracazo, creo, entro a Adrenalina Caribe. Yo me
inicio como percusionista en Sarría. Ahí, estaba el núcleo de de
percusión. Había un movimiento fortísimo. Cada participante tenía la curiosidad
de estudiar, indagar, aprender... Estaban Orlando Poleo, Néstor Pérez, Alberto
Borregales, entre otros, y estaba participando yo también, y siempre coincidíamos
y, evidentemente, cada quien sacaba lo que estudiaba y desarrollaba en ese
espacio de Sarría.
Yo sabía que Adrenalina estaba sonando, pero yo estaba en
otro mundo tocando en orquestas de salsa. Da la casualidad que sale un viaje
para Cuba, y Borregales no puede ir, entonces como ya Orlando me conocía, y
teníamos esa conexión por las actividades que hacíamos en Sarría, me hicieron
la invitación para participar con Adrenalina. Fueron muchos ensayos porque eran muchos géneros los que se
manejaban ahí.
"Adrenalina fue un excelente engranaje entre Poleo, Néstor, Alberto, y con Evio evidentemente. Ellos lograron darle esa personalidad y ese sello a Adrenalina. Ya por ahí se sabía qué era lo que era la banda de Adrenalina. Estaba también Carlos Puchi en el bajo".
Yo a todos ellos les tengo mucho respeto porque ellos
generaron esa base que es Adrenalina. Y yo, gracias a Dios, grabé un disco con ellos. Mi
orgullo como músico es haber participado en Adrenalina, haber dado la talla, pues se va Alberto y tuve la tremenda responsabilidad de tocar todas esas
cosas que él hizo.
Lea también Serie "Todo mayo: Evio Di Marzo y su Adrenalina Caribe, antes y después" - Entrevista con Alberto Borregales
Era mucha memoria en tarima, tenía que ser todo muy rápido. Fueron muchas horas estudiando, practicando… y mi gratificación fue haber
podido grabar en ese disco. ¡Evio estaba muy feliz con ese disco!
"Elisa Rego tenía su manera de hacer música, Sergio Pérez también, y Adrenalina, con esta fusión y conocimiento de tantos ritmos latinoamericanos y venezolanos, logró darle ese sello tan característico a Adrenalina. Ahí están “Selva del tiempo” y muchos temas que llevan esa presencia. ¡Adrenalina era otra cosa!
El mercado musical tiene sus códigos que van también
dependiendo de una época y de los artistas que salgan, de cómo se va manejando la
música, desde qué ritmos o arreglos, es decir todo eso lo toman en cuenta para
guiarse y seguir el mercado musical. En este caso, Evio era todo lo contrario.
Evio no aceptaba esos patrones musicales.
Evio decía: ‘Esto es lo que yo voy a hacer, y yo cuento con
ustedes muchachos’…
Entonces participábamos y poníamos las ideas en ese engranaje
que era muy eficiente. Está todo en las grabaciones.
—Cierto, Adrenalina no encaja en ningún género...
—Fíjate, Beatriz, con eso que tú estás diciendo. Hay otra
agrupación venezolana que yo conocí desde sus inicios también, Guaco. Guaco no
es gaita, no es merengue, no es salsa. Guaco es Guaco.
"Entonces Adrenalina no es salsa, no es rock, no es nada de lo que está etiquetado, Adrenalina es Adrenalina. Y eso que ver con todo ese poco de músicos virtuosos, talentosos, cada quien con una experiencia y con su aporte en el momento de engranar los arreglos en el trabajo que se estaba haciendo en tarima, eso se llama Adrenalina. Eso era Adrenalina".
—Estuviste de gira con Adrenalina, en Cuba y en Italia.
¿Cómo fue esa experiencia?
—En Cuba, visitamos el cabaret Tropicana. Había más de 300
músicos en tarima, con música en vivo, y eso fue algo que me impactó. Ya en esa
época estaban usando computadoras y yo pensaba que era una música de planta y, cuando veo, tenía a la orquesta ahí al lado. Fue un espectáculo para mí de mucha
altura. Esta es una de las cosas que recuerdo y estoy agradecido por ese viaje.
Cuando tocamos en el Carlos Marx, nos tocó alternar con Irakere, y yo tenía los
nervios de punta porque íbamos a alternar con Irakere, y para mí Irakere era el
monstruo, lo que llamaban “el volcán del Caribe”, para aquella referencia a
nivel latinoamericano y mundial. Y que yo compartiera con ellos, fue una cosa
bastante importante para mí. Tocó Adrenalina, tocó Irakere, y después nos
invitaron a montarnos en la tarima con Irakere, éramos músicos de Adrenalina
con músicos de Irakere. Eso fue una cosa muy bonita que nunca se me olvidará.
Yo me quedé hasta el final, hasta que Evio desarmó la batería. Ahí me di cuenta
de por qué no soy baterista (risas). Se van todos los músicos, y el último que se queda es
uno en la tarima, entonces ¡Nooo! (risas)…
Néstor Pérez se tuvo que ir para Miami, y necesitábamos un
bongosero, y como yo he sido siempre un investigador de la música, me lancé
a tocar dos instrumentos a la vez: el bongó y el timbal. Había temas donde
Néstor le hacía relevancia al bongó, entonces yo podía hacer las figuras de
Néstor, pero tocando el timbal. Por ahí hay fotos donde salgo tocando con los
dos instrumentos. En el tema “Niña hermosa” yo
grabo los dos instrumentos y Evio lo tomó en cuenta porque para esa época era
algo muy difícil, muy complicado.
Programa "Musicanto", con José Domingo Blanco, dedicado a Evio Di Marzo y Adrenalina Caribe, y al 4to LP "Bio Bio" / Temas: "Niña hermosa", "Adentro", "Alguien espera por mi amor" y "África Caribe" (*)
"Niña hermosa"
Piano: William Cabrera
Bajo: Miguel Blanco
Guitarra eléctrica: Roberto Jirón
Guitarra 12 cuerdas: Evio Di Marzo
Saxos: Rodolfo Reyes
Trompeta: Gustavo Aranguren
Batería: Eliazar Yánez
Timbal y bongó: Alfredo Villamizar (al mismo tiempo)
Tumbadoras: Orlando Poleo
Campana: Alberto Borregales
Coros: Maribel Vila, Daniel Somaroo, Evio Di Marzo y Eliazar
Yánez
2da voz: Daniel Somaroo
Arreglos vientos: Rodolfo Reyes
Lea también Serie "Todo mayo: Evio Di Marzo y Adrenalina Caribe, antes y después" - Entrevista con Rodolfo Reyes
Ir a Italia también fue muy impactante para mí. En Italia
fue tanta la corredera... A mí lo que me impactaba era ver a Evio hablando
italiano (risas). Me acuerdo mucho de eso porque me daba mucha risa. Recuerdo
cuando nos llevaron a comer y había el preplato, el plato, el antiplato, el
postre… (risas), y yo estaba full, y Evio nos decía: ‘Coman, coman, que eso
aquí es así’ (risas).
Evio fue un hombre muy solidario con los músicos y sabía del
estatus de cada uno, del nivel social que tenía cada músico. Evio siempre
estaba atento para que cada persona estuviera bien. Yo no tenía
ropa para ir a Italia y Evio me prestó camisas, a veces para los videos también.
‘Ponte esta camisa Alfredo, porque vamos a grabar “Muñeca de porcelana”’. Era
un gesto de Evio que me impresionaba mucho.
Otra cosa que me impresionó mucho de Evio, fue que un día llegamos
de un ensayo y Evio me dijo:
—Vamos para casa de tu mamá...
—Y yo: ¿Quéee? (risas)...
—Vamos para casa de tu mamá...
—Y yo: ¿Quéee? (risas)...
Yo vivía en el barrio Sucre del 23 de Enero.
—Pero yo tengo que decirle a mi mamá’, le dije...
—Y Evio: ‘No, no, ¡vamos!’...
Entonces llegamos allá en carro y, cuando entra ese hombre altote a mi casa, mi mamá me dice: '¿Quién es este?' (risas). ‘Pero Alfredo, ¿por qué no me dijiste que venía Evio, para yo prepararle…?’. ‘No, mamá, si él me dijo ¡vamonós!’. Se asomaron todos los vecinos por la ventana y vieron que Evio estaba en mi casa y eso me gustó bastante. Me sentí que estaba con un hermano, con alguien de mi misma sangre. Me sorprendió. Él quería ir para el barrio, quería ver dónde vivía yo. ¡Ah, bueno, está bien! Y compartimos un cafecito. Mi mamá se acuerda mucho de Evio, mis sobrinos también. Le tienen mucho cariño.
—Pero yo tengo que decirle a mi mamá’, le dije...
—Y Evio: ‘No, no, ¡vamos!’...
Entonces llegamos allá en carro y, cuando entra ese hombre altote a mi casa, mi mamá me dice: '¿Quién es este?' (risas). ‘Pero Alfredo, ¿por qué no me dijiste que venía Evio, para yo prepararle…?’. ‘No, mamá, si él me dijo ¡vamonós!’. Se asomaron todos los vecinos por la ventana y vieron que Evio estaba en mi casa y eso me gustó bastante. Me sentí que estaba con un hermano, con alguien de mi misma sangre. Me sorprendió. Él quería ir para el barrio, quería ver dónde vivía yo. ¡Ah, bueno, está bien! Y compartimos un cafecito. Mi mamá se acuerda mucho de Evio, mis sobrinos también. Le tienen mucho cariño.
"Evio no me decía Villamizar, me decía "bella amistad" (risas)…
—¡Qué bonita historia!... ¿Qué recuerdas de la grabación del 4to disco, de cada tema que grabaste?
—Yo pienso que Evio siempre fue buscando el avance y sacarle
provecho a los músicos que, para él, me imagino, éramos talentosos, porque
estábamos cumpliendo con las exigencias que quería para sus producciones,
porque había mucho conocimiento y siempre había la investigación. No teníamos
los mismos recursos como los que hay ahora con la tecnología, pero uno indagaba
y creaba mucho, dentro del potencial que teníamos. Y eso le gustaba mucho a
Evio y por eso creo que ese disco, “Bio Bio”, sonó así, con esa fusión.
EVIO DI MARZO Y SU ADRENALINA CARIBE – BIO BIO (1990)
LADO A
Niña hermosa
Adentro
Deja que te lleve
Ya no me importará
Merenfunk
LADO B
África Caribe
Alguien espera por mi amor
Bio-Bio
Cielo de Cuba
Nubes en el cielo
Letra y música de todos los temas: Evio Di Marzo
Una producción de Distribuidora Sonográfica C.A.
Realizada y dirigida por Evio Di Marzo
Co-realizada por: Rodolfo Reyes, Miguel Blanco y Hermes Carreño
Hecho en Venezuela Sonográfica
Hecho en Venezuela Sonográfica
Hay un tema que se llama “África Caribe” que es muy fuerte.
Cuando tocábamos ese tema, ¡eso arropa!, es fuerte. Cuando Evio terminó su disco,
yo lo vi feliz. Hay temas muy bonitos. Uno que dice: “Puedes intentar herirme
cuando quieras, sólo lograrás hundirte un poco más…”. Para mí ese tema es una
belleza... (“Ya no me importará”).
Tema "Ya no me importará"
Recuerdo que con el tema “Alguien espera por mi amor”,
nosotros estábamos con el rollo siempre, cuando tocábamos en vivo, ¡Oye!, ¿ese tema cuál es? ¡Ah!, ¡Por fortuna!
(risas). Entonces le decíamos a Evio, ¡Ah, no, no pongas 'alguien espera por mi amor', pon ‘Por fortuna’! Tú sabes que
el músico es loco, tiene unas cosas (risas)… En la tarima siempre se ponía todo el
repertorio en el orden en que lo íbamos a tocar y con este tema siempre
nos pasaba eso (risas).
Por ejemplo, en “Yo me quedo en Venezuela” hay tres tambores culo
e puya que son los que arrancan. A veces no podían estar todos músicos.
Entonces yo había sacado algo para cuando faltaran los músicos, y yo logré
engranar eso en un solo tambor y a Evio le gustó mucho. Y este es otro tema que
Evio hizo con el corazón.
—La gente habla de lo emocionantes que eran los conciertos
de Adrenalina, que era todo un performance, ¿qué diferencia había entre grabar
y tocar en vivo con Adrenalina?
—La grabación es como un clímax, todos estamos tocando pero
vamos hacia una línea de sonido. En cambio, en vivo, el sonido se expande. Es lo acústico,
es la personalidad. Cuando tú tocas, tienes que tener una línea de tocar y
permanecer así hasta que termine el tema, para que sea homogéneo. Si tocas muy
duro, ¡oye, qué rollo! Uno tiende a ser más sumiso en la grabación que en
tarima, y en tarima el volumen es la fuerza de cada uno.
Esta es otra cosa que te iba a comentar, por ejemplo,
fíjate, a mí me pasaron experiencias solamente con tres orquestas, con tres
agrupaciones musicales...
Cuando ensayábamos en el sótano de La Florida que, además de un lugar de ensayo, era
un punto de encuentro de todos los músicos que estaban en esa época, ahí nos nos
conocíamos todos y ahí se veía el nivel que traía cada quien, qué instrumentos
tocaba, etc. Al compartir escenario parecíamos
como una familia. Era bien bonito. El sótano de La Florida fue una cosa bien
bonita.
Pero dentro del ensayo, también había un clímax. Es decir, se llegaba a un nivel tal de música que parecía un disco. ¡Eso se escuchaba...!, que yo le decía a Orlando: ‘Oye, Orlando, ¿escuchaste la fuerza de cada músico?’.
Pero dentro del ensayo, también había un clímax. Es decir, se llegaba a un nivel tal de música que parecía un disco. ¡Eso se escuchaba...!, que yo le decía a Orlando: ‘Oye, Orlando, ¿escuchaste la fuerza de cada músico?’.
"Era algo increíble la fuerza que ponía cada músico, el pianista, el bajista, el bongosero, el baterista, Evio cantando… Todo eso tenía un clímax espectacular, que yo lo he escuchado en pocos grupos. Con Evio fue la primera vez que lo escuché".
Después lo escuché con Ildemaro, en un sitio que se llamaba Caoma,
hace tiempo también, y con Oscar D’León. Pero con el primero con el que yo supe
que existía ese clímax fue con Evio, y eso se da es por la constancia de los
ensayos. Eso es muy importante para el engranaje. Eso te lo quería decir.
—¿Qué es lo primero que se te viene a la mente cuando piensas en Evio?
—Evio era una persona que
tenía mucho conocimiento de muchas cosas. Era antropólogo. Con Evio nos sentábamos, hablábamos... Evio era muy interesante, uno se sentaba con él y se quedaba hablando un rato largo...
De Evio puedo decirte que su partida fue muy triste.
"Yo recuerdo a Evio como un combatiente hasta el último momento. Él fue un combatiente. Siempre querido por todos. Como me cuenta un amigo que lo vio antes de la partida, caminando con un bolso y sin camisa... Evio venía saludando a todo el mundo. Así era Evio".
Evio era ordenado, le gustaban sus cosas serias. Tuvimos una
muy bella amistad, así como él me llamaba “bella amistad”...
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