Campamento Sagarmatha: de escuela de montaña a refugio inolvidable del Páramo andino


El montañista Marcus Tobia en la cumbre andina, junto a los participantes del Campamento Sagarmatha, fundado en el año 2011, en la zona de Apartaderos, frente al Observatorio Astronómico, estado Mérida - Fotos: Cortesía Campamento Sagarmatha

Por Beatriz Pantin

Nota publicada originalmente en Contrapunto
24 de julio de 2018

Ubicada en una de las zonas más altas y menos contaminadas del país, la escuela concebida por el también arquitecto y ebanista Marcus Tobia, es sin duda la mejor alternativa en formación de montaña y diversión, para niños, jóvenes y adultos

El monte Everest, el pico más alto del mundo, se conoce en Nepal como Sagarmatha, que significa “diosa madre de la tierra”. En Venezuela, un proyecto de formación soñado hace muchos años y hecho realidad por el primer venezolano en escalar la cumbre de 8.848 metros de altura sobre el nivel del mar, Marcus Tobia, evoca esta imponente maravilla del planeta.

Se trata del Campamento Sagarmatha ubicado en el estado Mérida entre sus dos parques nacionales más emblemáticos: Sierra Nevada y Sierra de la Culata, conformados por 45 cumbres que sobrepasan los 4.000 metros de altura.

Desde el refugio, nos explica Marcus Tobia, y mientras atiende a 45 niños del Páramo, que quiso "rendir tributo con el nombre de Sagarmatha a la montaña más alta del mundo, y lo que simboliza ser el punto más elevado".

En el mágico territorio del Páramo andino, concretamente en Apartaderos, se encuentra hoy la casa-refugio, que Tobia diseñó y construyó, a 3.570 metros de altura, frente al Observatorio o Centro de Investigaciones de Astronomía “Francisco J. Duarte” (CIDA) y cerca de la Laguna Mucubají, y donde durante todo el año asisten niños, jóvenes y adultos, para aprender, junto a un equipo de guías e instructores profesionales, los importantes retos que implica la práctica del deporte de montaña.


Arquitecto de profesión y ebanista, Tobia comenzó la travesía hace más de 30 años. Primero, fue profesor de atletismo y voleibol en el Colegio Humboldt de Caracas, donde fundó el club de excursionismo. Posteriormente, le dio vida al Proyecto Cumbre, siendo el primer grupo venezolano de expedición que durante 25 años ha alcanzado las cumbres más altas y emblemáticas del planeta, incluida la cima del Sagarmatha, y completando el "Proyecto de las 7 cumbres" o ascenso a la montaña más alta de cada continente.

Otros Participantes del Proyecto Cumbre

También han sido miembros Proyecto Cumbre: José Antonio DelgadoAlfredo Autiero y Xabier Leizaola. Muchos otros han realizado expediciones conjuntamente con miembros del equipo, entre ellos: Pablo Borjas, Raul Castillejo, Luis Simozas, Hans Schwarzer, José Luis Aguirre, Francisco Henríquez, Federico Pisani, entre otros. Ver la WEB del Proyecto Cumbre

A través de este equipo ejemplar, Venezuela recorrió impactantes paisajes de la Cordillera Andina, la Patagonia, el norte de América, los Alpes europeos o el Himalaya, plantó su bandera, conoció los dos polos geográficos de la Tierra, cruzó Groenlandia, de la costa este a la costa oeste, y como si fuera poco, ascendió a sus 5 cumbres vírgenes.

—¿Cuándo comenzó la concepción del proyecto y la construcción del refugio, cuánto tiempo se tardó y quiénes te apoyaron?

—Siempre tuve el sueño de hacer esta escuela y refugio. Nunca logré conseguir un crédito y en el año 2007 decidí comenzar a construirlo con un señor y su hijo. Tardamos casi 4 años. Para algunos trabajos busqué a más personas. Pero el gran trabajo lo hicimos entre los tres. Logramos así concluir una casa-refugio-escuela para albergar a los temporadistas, guardar los equipos y poder desarrollar todas las actividades.

Una experiencia de escuela única en el país

Pero la travesía no termina: es mucho el esfuerzo realizado por estos venezolanos y lo que está por venir. En la actualidad, el proyecto del Campamento Sagarmatha, liderado por Tobia, quien cuenta con la acreditación otorgada por la AVIGM (Asociación venezolana de instructores y guías de montaña), y acompañado por un equipo de profesionales, fue concebido como una escuela de montaña y una escuela para la vida.


El proyecto, fortalecido por la Fundación Sagarmatha, además de enseñar e incentivar la práctica de este deporte, contempla que niños y jóvenes adquieran herramientas para resolver retos como individuos y para que puedan alcanzar importantes metas en equipo, experimentando valores como la amistad, la solidaridad, el respeto, la tolerancia y la cooperación.



Entre las múltiples actividades que se realizan en el campamento, el montañismo, la acampada, excursión y expedición se complementan con la enseñanza de la orientación geográfica, escalada sobre roca, equitación, caminata y ciclismo, entre otros deportes, así como con la formación ecológica, preservación del ambiente y el reciclaje.


Cada diciembre, como actividad especial, los niños y jóvenes que ascienden a las cumbres de las “Cinco Águilas Blancas”, reciben el galardón del broche “Flor de Edelweiss” o flor de las nieves, emblema de la escuela de formación. 



Por otra parte, se considera la extensa tradición cultural presente en las zonas andinas, y la de otras regiones del mundo, para llevar parte de ese legado a la elaboración de artesanías y manualidades. Prácticas como la lectura, escritura y música, el baile y la diversión, y hasta la panadería, son promovidas en los ratos de descanso y de recarga de energías para poder continuar con el entrenamiento y las expediciones... Una vivencia, sencillamente alentadora.


El campamento se encuentra equipado y listo para recibir a niños y jóvenes, en los períodos vacacionales de verano (julio-septiembre), Semana Santa, y en la época de Navidad, entre diciembre y enero. Pero también hay opciones de campamento para grupos escolares en las que se estimula el trabajo en conjunto con las instituciones educativas, así como existen alternativas para las familias y también para niños de escasos recursos económicos, que por medio del apoyo de los proyectos de responsabilidad social, en entidades gubernamentales y privadas, podrán vivir esta gratificante experiencia.


—¿Cuál consideras que ha sido el impacto de este proyecto en niños y jóvenes?

—El impacto de esta iniciativa creo que es la transformación, darle herramientas a los niños, hacerles entender que son capaces de hacer realidad sus sueños. Ver la naturaleza y el entorno con amor y pasión por protegerlos. Creer en sí mismos y trabajar con los valores existenciales más nobles y trascendentales que podamos experimentar como seres humanos. También sentir que el éxito es posible.


Los trabajadores de las empresas también tienen la oportunidad de disfrutar del campamento y fomentar trabajos grupales sobre asuntos de planificación, proyección y análisis de sus procesos internos, motivados por el hábitat sereno y apacible de montaña, de enorme belleza natural. Por último, la escuela cuenta con la capacidad para recibir a deportistas profesionales, equipos y selecciones, y darles soporte en entrenamientos específicos, apoyo logístico, traslados, hospedaje, alimentación y asesoría técnica vinculada al entrenamiento realizado en altura.


En resguardo de todos los participantes, el equipo de guías e instructores del campamento, como se explica en su portal web, está preparado en "seguridad integral", para manejar “el riesgo de manera racional con todos los estándares de seguridad en cada una de las actividades siguiendo un protocolo previamente establecido”. 


Al preguntarle a Marcus Tobia sobre el esfuerzo realizado o el recuerdo de algún suceso importante que lo marcara, nos comenta que una de las cosas más reconfortantes de su trabajo es la posibilidad de “vivir momentos maravillosos e infinitos". Uno de ellos, nos dice, "el que tengo y escucho en este preciso momento: 45 niños humildes del Páramo, ¡felices y riendo!”.

La Fundación Sagarmatha incluye entre sus objetivos centrales cubrir parcial o totalmente los costos de las actividades para un porcentaje significativo de niños y jóvenes que no poseen capacidad financiera. 

Foto: Cortesía de Juan Carlos López Durán

Proyecto y serie televisiva “Niños en la Cumbre”

A través de la Fundación se impulsa uno de los proyectos más significativos de la escuela como lo es “Niños en la Cumbre”, que promueve las expediciones de montaña y la unión de niños de Venezuela con los de otras partes del mundo. A esta conmovedora iniciativa la acompaña la serie televisiva del mismo nombre, producida desde el año 2013 por la caraqueña, economista con máster en gerencia, y también miembro activo de la AVIGM, Leslie Maffie, quien además participa en la organización de los campamentos, encargándose de la logística y organización de las temporadas y actividades que se realizan en Sagarmatha durante todo el año.

La serie Niños en la Cumbre fue creada por Marcus Tobia y Juan Carlos López Durán, dirigida por López Durán y producida por la Fundación Sagarmatha y Explorart Films. En esta primera temporada "15 niños emprenden el reto de escalar las cumbres más altas de Venezuela: el pico Humboldt (4.942 msnm) y el pico Bolívar (5.002 msnm)". A continuación el Trailer:


En el segunda temporada, 21 jóvenes de Venezuela y Nepal, "emprenden una odisea sin precedentes en el mundo": ascender a “una de las montañas más emblemáticas del Himalaya”. A continuación el Trailer:




Excelente ubicación

El refugio cuenta con una ubicación ideal. En frente tiene al Centro de Investigaciones de Astronomía “Francisco J. Duarte” (CIDA), considerado uno de los observatorios astronómicos más altos del mundo. Esto indica que por estar localizado estratégicamente a unos 3.600 metros de altitud, y en los territorios menos contaminados de Venezuela, la calidad de su atmósfera hace posible la observación intergaláctica a través de los potentes telescopios que allí se encuentran.


Desde el campamento, los participantes puede visitar el Observatorio para conocer y contemplar parte del Universo. Igualmente, su loma hace posible que los adultos practiquen el vuelo en parapente y el vuelo dinámico o soaring, sobre la población de Apartaderos y con aterrizaje en la Mesa de Julián.


—¿Cuáles son los próximos retos?

—Estamos tratando de concretar proyectos escolares. Llevamos tres años trabajando con el Hebraica ECA, Manglar de Anzoátegui y el Colegio Humboldt. Espero que esto crezca. Lo próximo con Proyecto Cumbre es cruzar desde el extremo sur al extremo norte de Groenlandia. Hemos tenido que postergar la expedición en tres oportunidades por la situación del país.



El 23 de mayo del año 2001, a las 10:30 am, Marcus Tobia, 
en expedición junto a sus compañeros del Proyecto Cumbre, 
levantó la bandera de Venezuela 
en la cima del Everest.


La montaña, dice Marcus, produce una transformación en las personas y, sobre todo, en los niños, quienes entre varios idiomas y diferentes culturas, logran ponerse de acuerdo para alcanzar las metas. 

"No existe el momento ideal para hacer las cosas. No podemos esperar a que brille el sol para salir a una cumbre. A veces hay que salir con mal tiempo, a veces hay que salir de noche, para plantearse llegar a una cumbre", expresa Marcus en una entrevista televisada.


Con información de Campamento Sagarmatha

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