Esta entrevista con Jorge Barnet fue realizada el 14 de
noviembre del año 2018 vía Skype EEUU-Caracas (desde la Editorial Contrapunto).
Jorge Barnet, músico venezolano, cuatrista y guitarrista, profesor
de música, egresado de la Universidad Simón Bolívar de Caracas como Ingeniero
en Computación, y también egresado del Berklee College of Music, formó parte de los inicios de Sietecuero.
Para conversar sobre sus recuerdos en esos inicios con Sietecuero y su apreciación como músico del trabajo de Evio Di Marzo y Adrenalina Caribe, contactamos a Barnet por Internet. En la entrevista, Barnet
nos habla de lo que fue su participación en Sietecuero y nos comenta acerca del proceso musical del que formaron parte tanto Adrenalina
Caribe como otras de las bandas que surgieron en Venezuela, entre las décadas de los años 1970 y 1980.
Por Beatriz Pantin
—Formaste parte de la agrupación Sietecuero
como guitarrista. Cuéntanos de tus
impresiones de ese momento…
—Déjame contarte mi experiencia con
Sietecuero. Si los números no me engañan, eso era alrededor del año 1977. Rafucho, Rafael Figliuolo, el bajista, me llamó para ese proyecto. Ambos conocíamos a Alberto
Slezynger, Rafael por su lado, en otros proyectos, y
yo había conocido a Alberto en un proyecto que se llamaba La Banda de Larry Fenyes, una banda que se
inició como una estudiantina, entre comillas, del Colegio La Salle de La
Colina, allá en Los Caobos, y que al quedar huérfana de alguno de los
religiosos que estaban allá, que se encargaban de ese proyecto, decidieron
contratar a un señor que le gustaba el jazz, y él le dio la vuelta a aquella
estudiantina.
Entonces en esa estudiantina, que después se llamó La Banda de Larry Fenyes, que es el
nombre de este trompetista de origen búlgaro, pasaron músicos como los hermanos Cremiscini, Mauro y Tulio, y pasaron también Alfredo Rugeles y Danilo Aponte, que fue el bajista de
Daiquirí, que falleció, y muchos otros más…
Por ahí
vino la relación con Alberto Slezynger que empezó a tocar piano allí y sustituyó a
un músico que se llamaba Guillermo Mager, que era un bajista, pero tocaba piano, que
había estudiado Ingeniería en la Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas, y que después se fue a Nueva York, y
allá fue de los primeros que se graduaron en la parte de audio.
Yo dejé
esta banda porque estaba estudiando en la Universidad Simón Bolívar, Ingeniería de
Computación, y no tuve la habilidad de compaginar los
estudios con la banda. Pero después vino el proyecto de Sietecuero y Rafael me
dijo que estaban haciendo una banda de música latina y rock. A mí me
gustaba Santana y ya en esa época me estaba empezando a gustar el jazz. También me gustaba como tocaba Alberto, medio jazz, medio latino. Entonces yo me dije: ‘Bueno, vamos, siempre con la mente abierta de probar’, y empezamos a ensayar en casa de Yordano, en su casa en Cumbres de Curumo.
Estaba
también Evio allí y ensayamos algunas canciones de Evio y canciones de Yordano
que, siendo hermanos, siendo amantes de la música los dos, tenían personalidades muy diferentes y eran músicos muy diferentes también. En esa época, montamos una
canción de Evio que se llamaba “Arrabalera”, que fue la primera canción que yo
escuché de Evio.
Después
de un tiempo, Evio comenzó con Adrenalina Caribe pero a veces nos seguíamos acompañando y gozábamos todos tocando.
Después, en el año 1978, me fui a Berklee (Berklee College of Music) a estudiar, y
entonces dejé en Sietecuero a un gran amigo mío y guitarrista que se llama
Bartolomé Díaz, un guitarrista clásico y a quien también le gustaba el rock.
Bartolomé es tremendo músico y tremenda persona. Yo les dije que me iba por eso y que dejaba
a Bartolomé, y entonces, al tiempo de eso, grabaron el primer y
único disco que grabó Sietecuero en Puerto Rico, que se llamó “Rojo sangre”.
Lea también Serie "Todo mayo: Evio Di Marzo y su Adrenalina Caribe, antes y después" - Entrevista con Bartolomé Díaz
Y esa
fue mi experiencia con Sietecuero, que disfruté mucho. Grabamos una canción de jazz,
“Summertime”, en español, que me pareció muy buena, en un estudio que tenía Jim
Kovacs, donde se logró un excelente sonido. Después regresé a Venezuela y
estaban pasando otras cosas.
—Cuándo
regresaste a Venezuela, ya existía Adrenalina Caribe. ¿Qué te pareció su
trabajo?
"Cuando regresé, escuchaba a Evio con su Adrenalina Caribe por la radio. Ellos tuvieron mucho éxito, tenían un estilo muy particular. Evio tenía un estilo muy particular de cantar, que era muy agradable".
Adrenalina formó parte de un proceso de realzar la
autoestima del músico venezolano, que tiene que ver con una época por la que pasó la música
venezolana. Eso ha pasado también en otros
países, y quizás haya gente que lo describa mejor y con mayor propiedad, pero es
algo que se experimentó. Yo, por ejemplo, comencé a tocar el cuatro cuando estaba
muy pequeño, y aprendí a tocar música venezolana con el cuatro, me inicié en la
música venezolana, y luego oí a los hermanos Chirinos, y empecé a puntear con
la guitarra.
"Hay músicos que se quedan siendo parte de la música tradicional, de la música folklórica, criolla, y otros que comienzan a experimentar, a mezclar, y eso fue lo que creo que pasó en ese tiempo. En Sietecuero, por ejemplo, se empezó a mezclar tomando en cuenta las influencias de cada uno".
Muchos grupos empezaron a fusionar en esa época, por ejemplo a la gaita zuliana
le incorporaron unos acordes más sofisticados y fusiones de los
músicos que habían tocado jazz o bossa nova. De allí viene Guaco y vienen otras bandas.
"La fusión que se hizo en Venezuela, aunque tenemos elementos en común con otros países, siempre tiene un toque particular".
En nuestro caso,
hemos tenido mucha relación con los EEUU, por la industria petrolera, y de allí
incorporamos el beisbol y el rock, que han formado parte de la
cultura de nuestro país. Nosotros oíamos una gran cantidad de rock en la radio, entre
los años 1960 y 1970, y se oían gran cantidad de blues, y también oíamos mucho la música
brasilera. Quizá por estar Venezuela en esa ubicación geográfica al norte del sur,
teníamos una facilidad para ser bombardeados, como dirían algunos, o de ser
inyectados, como dirían otros.
"Así creo que Adrenalina Caribe y otras bandas tuvieron un lugar importante en ese proceso de fusión que se dio en Venezuela".
En una época de mi vida estuve viviendo en Curazao y allí se
veía Radio Caracas Televisión. Fueron las grandes épocas de Sonográfica y
Sonorodven, que eran las dos compañías que competían y estaban afiliadas a
canales de televisión como RCTV y Venevisión, y promovían a los músicos y artistas. Esa fue una época
importante para la música, y un momento en el que se dieron muchas fusiones
y se incorporaron distintos géneros.
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